Aprender desde casa puede ser una experiencia tremendamente positiva. Una de las razones de por qué los padres optan por educar desde casa es que sienten que le pueden ofrecer una mejor educación que un colegio tradicional, público o privado. Sin embargo, para mejorar la experiencia y optimizar el aprendizaje, tenemos que tener en cuenta el espacio que será usado como "sala de clases" en tu hogar.
A continuación, te dejamos algunas sugerencias para crear ese espacio:
Aunque es tentador utilizar el comedor o el sofá, estas áreas no aportan a la experiencia de aprender. Crear un espacio dedicado ayuda a los estudiantes a concentrarse en su trabajo escolar.
Idealmente, se debe utilizar una habitación que sea amplia. Debes considerar todas las cosas que irán en esa pieza: necesitarás un lugar donde poder estudiar, normalmente un escritorio o una mesa. El Espacio de Estudio que vas a generar debe tener los muebles necesarios, como repisas, cajoneras, baúles, etc. Recuerda que esta habitación va a necesitar mucho espacio para almacenar cosas.
Debes considerar la luz que tiene este espacio. Lo idea es la luz natural, así que, si es una habitación con ventanas grandes que permitan que entre la luz, hará que la pieza sea un espacio idealmente iluminado. Independiente de eso, el espacio debe tener luz artificial en caso de días nublados o para aquellas sesiones de estudios en las tardes.
Este espacio debe ser para estudio y no para otras actividades. Si quieres que este espacio comparta con un una sala de juegos, notarás que los estudiantes se empezarán a distraer.
El espacio que vas a dedicar como centro de estudio debe tener buena ventilación y que esté adecuadamente asilada. Un espacio que está frío en el invierno o es un horno en el verano no conduce a estudiantes enfocados. Es probable que sea necesario agregar una estufa o un ventilador o un aire acondicionado.
En el punto anterior hablábamos de usar luz natural como fuente ideal para iluminar nuestra pieza de estudios, pero, también debemos considerar colocar cortinas o un roller para esos momentos en que el sol sea una incomodidad.
Hay estudiantes que no pueden estar todo el día sentados en una silla. Nuestra habitación debería tener opciones donde el estudiante se pueda sentar cómodamente: un puff, una alfombra para poder trabajar en el suelo. Incluso, esos balones de pilates son una alternativa entretenida.
Las salas de clase tradicionales tienen póster y otros elementos pegados en los muros para crear espacios que inviten a los estudiantes a interactuar. En tu espacio de estudio puedes agregar elementos que hagan que el espacio sea colorido y entretenido. Incluso, tus hijos deben ser parte de decorar este espacio, haciéndolo un espacio único y propio.
Algunas ideas:
Uno de los problemas con usar espacios como el comedor, es que la ubicación de las cosas no siempre es ideal. En algunas ocasiones se ha visto que, junto a la loza o cubiertos, hay lápices de colores o cuadernos.
En el espacio de estudio, debe haber un lugar específico, ordenado, donde se guarden los materiales que se usarán en la clase.
Nada distrae a un estudiante más que tener que pasar 5 a 10 minutos tratando de encontrar el plumón azul.
Cosas como reglas, corcheteras, destacadores y otros, que no se utilizan habitualmente, pueden ir en un cajón. Los materiales de uso más común deben estar a la mano.
No te olvides de crear un espacio para quien esté apoyando la educación de tus hijos. Siguiendo la misma idea de tener un espacio dedicado a los materiales de los estudiantes, quien lo educa también necesita tener sus materiales en un sitio ordenado.
Hacer uso de una pizarra de melamina es crítico para el proceso de estudio, ya que permite que las ideas se vuelvan visuales. Es mucho más simple explicar utilizando dibujos, escribiendo o creando diagramas en una pizarra que explicando verbalmente.
Si bien es cierto que gran parte del proceso educativo va a ocurrir dentro de este Espacio de Estudio que hemos generado, debemos estar abiertos a la posibilidad de buscar otros espacios que mejores el proceso.
Por ejemplo, un día se puede hacer la clase en el jardín o patio. Otro día, se pueden sentar en el sofá a leer. Incluso, una salida a un lugar que complemente el estudio favorecerá y motivará mucho más: una ida al zoológico, a un museo, a un evento cultural o, simplemente, al supermercado para aprender de frutas y verduras.
Incluso, si el espacio lo permite, pueden tener un pequeño huerto que lleva a sinfín de posibilidades: el estudiante puede aprender de dónde y cómo crecen las frutas, verduras y hierbas y puede llevar a una clase de cocina y, por sobre todo, enseña sobre tener responsabilidad.
A pesar de que es positivo tener clases ocasionales fuera del Espacio de Estudio, no es una buena idea permitir que los estudiantes terminen su trabajo en sus habitaciones. Sus piezas son espacios con otros fines y, además, están llenos de elementos que distraen.
La flexibilidad de estudiar en casa permite darle a los estudiantes descansos cuando sean necesarios. Cuando notes que están inquietos o con hambre, se puede detener la clase. Quizás necesite algo de comer o hacer un poco de ejercicio o, simplemente, un rato para jugar.
En la medida que todos vayan adoptando el horario ideal, los períodos de estudio se irán acomodando a las necesidades naturales que los estudiantes.
El desorden y elementos fuera de su lugar distraen a los estudiantes. Idealmente, solo aquellas cosas que se usarán ese día deben estar afuera. Todo el resto debe estar en su sitio.
La organización será tu mayor aliado en este proceso. Al final de la jornada, ordenar junto a tus hijos es una gran forma de evitar que el espacio de estudio se vaya desordenando más y más en el tiempo.